miércoles, 4 de enero de 2012

¿Qué es la historia?

                Esta pregunta surge por varias lecturas donde encuentro frases de diversos autores, donde hablan de “el fin de la historia”.  A pesar de leer con atención sus textos, esta frase o frases similares, siempre me dejaban en blanco. Y he concluido que tiene que ver con mi percepción de lo que es la historia. Por ellos creo que debo ahondar en ello.
                En el pasado me vi tentado a pensar que todo es historia. Es decir, toda acción humana es susceptible a ser historiada. Sin embargo, esto nos lleva a una nueva pregunta. ¿Qué significa hacer historia? O ¿Cómo se hace la historia? Antes de responder directamente esta cuestión, creo que ayudaría decir lo que no es.
                La historia no puede ser la acumulación indiscriminada de datos. Para eso están los anuarios estadísticos. Y en cierta medida, sin demeritar su trabajo, sino distinguirlo, los cronistas.
                La historia debe partir de los hechos, estudiarlos si, acumularlos también, pero no se puede quedar ahí. Debe poseer un marco teórico coherente y sólido. Mediante el marco teórico la historia se transforma de la mera acumulación de datos, que de otra manera sería un océano de profundidades ininteligibles, en una herramienta significativa que nos ayuda a comprender las acciones del pasado y mediante ellas nuestro presente. La historia así comprendida nos puede orientar para la toma de decisiones acertadas para el futuro.
                Esto último no se debe extrapolar hasta el extremo de usar la historia como herramienta de adivinación. Es como dije una guía, en algunos casos observar el sendero que propone es más sencillo y más claro que en otros. Pero el historiador y el responsable de cada decisión, debe ser lo suficientemente astuto para descubrir esa guía y habilidoso para que su decisión se coherente con la “recomendación” histórica.
                Así concluyo que la historia es la comprensión y estudio de hechos y datos del pasado. Que proporcionen un conocimiento significativo sobre un grupo social determinado. Por ello aunque todo es susceptible a ser material histórico, debe sufrir un proceso que lo hace significativo para la humanidad como concepto ideal, y de manera práctica y directa para el grupo social que es objeto de la propia “historización”.
                Esto me devuelve al origen de la reflexión: la frase “el fin de la historia”. En casi todos los contextos donde la he encontrado parece referirse únicamente a una especie de paraíso. Tanto el paraíso primigenio, de Adán y Eva, ahí no había historia. La cuál comenzó con la expulsión de éstos. Y el paraíso final, la ultima etapa de la humanidad, su apoteosis. Partiendo de la idea de un paraíso perfecto, donde nuestras necesidades físicas y espirituales están satisfechas, puedo coincidir que en estas situaciones particulares, la historia llega a su fin. Aunque quizá lo más adecuado sería decir que las acciones humanas dejan de ser objeto de la historia.
                Sin embargo estos paraísos son inalcanzables, el primero por ser mítico, y aunque fuese real fuimos expulsados. El segundo por ser imposible. La realidad del hombre, es como dijo Schopenhauer el hombre se encuentra enteramente atrapado por el deseo. Y en caso de conseguir lo que desea, sólo será un gozo momentáneo para establecer un nuevo deseo. Y esa búsqueda, es el motor de la historia.
                Puede extraerse de ahí que el hombre está siempre en camino, y cada meta que se establece. Al alcanzarse, se descubre simplemente como un recodo que no hacía sino esconder la continuación del camino. Y desde este punto se observa una nueva meta. Meta igualmente temporal, pero que nos hace caminar. Siempre adelante, sin un lugar fijo a donde llegar, lo importante simplemente es siempre avanzar.
                Por ello se concluye que la historia solo puede tener final en los casos imposibles de un paraíso. Aquí en la realidad, donde los recursos son escasos y las necesidades son infinitas, igualmente lo es la historia. O al menos acompañará a la humanidad, mientras ésta exista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario